EL ESTRÉS
El estrés se define como un estado de fatiga física y psicológica del individuo, provocado por exceso de trabajo, desórdenes emocionales o cuadros de ansiedad. Aunque en ocasiones constituye el motor de nuestras vidas, es ante todo uno de nuestros más feroces enemigos. Frente al estrés, el organismo humano reacciona tanto el aspecto biológico como en le psicológico.
Causas del estrés:




FASES DEL ESTRÉS:
El estrés se manifiesta como un proceso que consta de tres fases que llama “Síndrome General de Adaptación”. Al principio se da una fase en la cual todo nuestro organismo ésta en alarma. A ella le sigue la movilización del aguante físico, emocional y mental para resistir el estrés. La fase final es la etapa de agotamiento general.
En las tres fases que forman el Síndrome General de Adaptación, se liberan en el organismo agentes químicos y hormonas que si se mantienen durante mucho tiempo terminan estresando al mismo
Fase de alarma:
La fase de alarma ocurre cuando experimentamos una situación como un desafío que excede a nuestro control, por ejemplo un susto. Nos prepara para dar una respuesta así inmediata a la situación que se nos presenta. Así, en esta fase nos esforzamos y luchamos para recuperar el control. Cuando pasa el susto nuestro organismo se refleja y recuperamos el estado de reposo. Si la situación de susto se mantiene de forma continua, pasamos a la siguiente fase.
En esta fase el corazón late más fuerte y rápido subiendo la presión arterial. La sangre se desvía al estomago y de la piel hacia los músculos por si necesitamos realizar movimientos rápidos. Las pupilas se dilatan, la respiración aumenta y los músculos se contraen.
Fase de adaptación:
Cuando no podemos cambiar la situación que se nos presenta, el organismo moviliza todos los recursos disponibles para adaptarse a esta nueva situación. Esta fase dura más tiempo pero llega a su límite se agota la energía.
En esta fase la presión arterial sube lentamente. Los tejidos del cuerpo retienen componentes químicos como el sodio. Las suprarrenales aumentan de tamaño y liberan cortisol al torrente sanguíneo, provocando una serie de cambios físicos. El nivel de ácidos grasos. Disminuyen las defensas y aumenta el desequilibrio del estado emocional derivado hacia la depresión.
Fase de agotamiento:
Al no poder cambiar la o las situaciones que producen estrés y no ver salida a la situación, se agotan todos nuestros recursos orgánicos y emocionales. El estrés continuo hace que el funcionamiento hormonal libere sustancias químicas que dañan a los tejidos abriendo posibilidades a diferentes enfermedades.
SIGNOS DE ADVERTENCIAS:
Estudios de psicología moderna nos advierten que el estrés continuo pueden generar estados de ansiedad que terminan bloqueando el funcionamiento de los procesos cognitivos, es decir, nuestra claridad mental.
Las preocupaciones recurrentes, por ejemplo, pueden llegar a invadir nuestros sueños y mantenernos despiertos la mayor parte de la noche, y los miedos que se imponen sobre el resto de los pensamientos son capaces de distraernos de los que estamos haciendo.
Las característica central de la reacción que nos produce el estrés es la incertidumbre, una incertidumbre que dispara un estado de alerta para corroborar la eventualidad de una amenaza.
Signos emocionales:
o Apatía e inferencia, ansiedad, miedo, sensación de inutilidad.
o Depresión, irritabilidad y estado defensivo.
o Fatiga mental: problemas de concentración, pensamiento poco fluido, esfuerzo continuo, dificultades para emprender nuevas acciones.
o Negación: ignorar síntomas, negar problemas, continuar trabajando a pesar de estar demasiado cansado para continuar.
o Arrebatos de emoción: sentimientos que afloran y desaparecen súbitamente en lugar de perdurar como un estado de ánimo predominante.
o Preocupaciones y pensamientos obsesivos: una conciencia continua del evento estresante que irrumpe de manera recurrente, más allá de los límites del pensamiento necesario para resolver un problema.
o Ideas intrusivas: sorpresivas y súbitas, pensamientos que no tienen nada que ver con la tarea mental en curso
o Pensamientos, sensaciones y emociones persistentes o ideas que la persona es incapaz de detener.
o Hipervigilancia: un estado de alerta, indagación y búsqueda desproporcionada, que se caracteriza por una tensa expectativa.
o Insomnio. Imágenes e ideas persistentes que dificultan la conciliación del sueño.
o Malos sueños: pesadillas y despertares angustiosos.
Signos de comportamiento:
o Evasión: del trabajo, de las amistades, de la responsabilidad
o Drogadicción: alcoholismo, droga, juego, derroche.
o Abandono: atraso del trabajo, desaseo, vestirse descuidado.
o Problemas legales: deudas, infracciones, accidentes, robos, violencia.
Signos físicos:
o Enfermedades frecuentes de todo tipo, contracturas musculares y dolores de columna vertebral como lumbalgia, ciática, o dolor cervical.
o Dolencias menores: náuseas, insomnio, dolor de cabeza, problemas digestivos, cambios de peso, cambios de apetito, problemas sexuales.
o Agotamiento físico: fatiga continua, cansancio sin causa.
CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS:
El estrés entendido como estímulo, como respuesta o como proceso de interacción entre ambos, actúa en el organismo desencadenando un gran número de alteraciones y enfermedades de distintos niveles.
Ente los trastornos cardiovasculares pueden mencionarse la hipertensión arterial, la enfermedad coronaria o las taquicardias. El asma bronquial o el síndrome de hiperventilación constituyen trastornos respiratorios. Dentro de los inmunológicos figura la aceleración del desarrollo de los procesos infecciosos. En cuanto a alteraciones del sistema endocrino, las principales son el hipotiroidismo y el hipertiroidismo. La úlcera péptica, la colitis ulcerosa, la aerofagia y el estreñimiento son desequilibrios gastrointestinales. El prurito, la sudoración excesiva, la dermatitis atípica y la alopecia se inscriben dentro de los dermatológicos. Los trastornos musculares más habituales son tics, temblores, contracturas musculares, etc. Como problemas sexuales pueden mencionarse la impotencia, la eyaculación precoz, el coito doloroso, el vaginismo y las alteraciones del deseo. No hay que dejar de lado la importancia de los desequilibrios psicopatológicos, como miedos fobias, depresión, trastornos de la personalidad, consumo de drogas, conductas obsesivas y compulsivas, alteraciones del sueño, etc.
TIPOS DE ESTRÉS:
Podemos nombrar varios tipos de Estrés:







TRATAMIENTO:
Hoy en día existen diversos métodos para combatir el estrés, un fenómeno que puede abordarse desde un punto de vista biomédico o, psicológico; sin duda, la combinación de tratamientos permitirá obtener unos resultados mas beneficiosos para la persona que lo padece.
Desde el enfoque biomédico el tratamiento para el estrés es la prescripción de tranquilizantes o ansiolíticos, especialmente benzodiacepinas, que inciden directamente en las respuestas fisiológicas de estrés.
Por otro lado desde el enfoque psicológico se platean varias alternativas, todas ellas otorgan gran importancia al control de la ansiedad emocional, así como al aprovechamiento de los recursos del organismo. Entre las más importantes, cabe mencionar las siguientes:




LOS NIÑOS TAMBIEN SUFREN ESTRÉS:




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